Sábado Cervecero Animado (106)

Hoy el calendario dice que es 4 de mayo, que es el día de Star Wars porque en inglés se lee “May the fourth” (be with you), como la frase mítica de las películas de George Lucas. Y ya sabéis que somos muy fans, como atestigua esta entrada recopilatoria de todo lo cervecero galáctico publicado hasta ahora en El Jardín.

Y aunque en el universo de la saga no hacen mención explícita a la cerveza, sabiendo que a Luke le gusta, podemos dejar volar nuestra imaginación y pensar que en los demás vasos y jarras también hay birra en las cantinas de los diferentes planetas. ¿Y por qué no?

Kerel Kaishaku

Cuando coges una botella y ves que la cerveza tiene 15% de volumen de alcohol, ya impone un poco de respeto. Es el triple que un botellín normal. Así que es probable que sientas curiosidad, la lleves a la nevera… y luego te cueste encontrar el momento de abrirla, que puedas asumir tal pelotazo. Aunque otra opción es compartirla, como hicimos nosotros…

Kerel Kaishaku
La cerveza en sí es como una Triple o una Golden Strong Ale belga, pero con el giro de llevar una levadura de sake japonés que permite alcanzar esas extremas cotas de alcohol. El nombre también es japonés (se nota, ¿no?) y viene de la persona que se encarga de hacer de segundo durante el seppuku (lo que conocemos como hara-kiri) y decapitar al que se suicida ahorrándole la agonía tras haber cumplido su parte.

Al servirla, resulta engañosa. Es una rubia velada de aspecto normal, con espuma escasa pero compacta y pegajosa. Tiene un aroma herbal y fresco que nos recordó al de la Tripel Karmeliet. Y en boca tiene mucha malta, con notas de cereal y fruta, pero con mucha menor presencia del alcohol de lo que te esperas.

Eso hace que sea una cerveza muy peligrosa. No suicida… ¡asesina! Porque da para darle tragos largos y locos, cosa que con 15% vol. no debería ocurrir si quieres vivir un día más. Está tan buena que enseguida nos arrepentimos de haber abierto una para compartir… ¡Es para disfrutarla en solitario!

Así que estos de Verbeeck - Back - De Cock (con sus siglas VBDCK) han hecho un birrote máximo, de los que merece probar una vez en la vida y repetir de vez en cuando. Pero sí, asistidos por un hombre de confianza, no para que remate el trabajo, sino para que te lleve luego a casa al menos.

“Mi opinión en un Tweet:” Muerte por Kaishaku. Nota: Matrícula de Honor.

Tres razones para NO beber cerveza a morro de la botella

Beber cerveza directamente del botellín es uno de los motivos de anatema en el mundo cervecero. Va en contra de todo lo que predicamos sobre disfrutar y apreciar la cerveza como una bebida de prestigio y calidad, y no como un mero refresco alcohólico. Y sin embargo sigue siendo tan habitual…

Que hemos creído oportuno escribir esta entrada explicando los tres motivos principales por lo que no hay que beber la cerveza a morro del botellín (o la lata). Y esperamos así convencer a los incrédulos que todavía haya (o a tu cuñado, sabiendo lo difícil que es convencerá a un cuñado de algo).

1) No puedes oler la cerveza

Al beber directamente del envase, con su abertura estrecha y que cierras completamente (o casi) con tus labios, no permites que los aromas que la cerveza tiene salgan y penetren en tu nariz. Y aparte de perder el componente olfativo de la cata, muy importante, esto influye también en el gusto ya que el aroma hace el 50% de los sabores que podemos reconocer. ¿No notas que cuando estás resfriado la comida sabe menos? Es por eso, y aquí estás privando a tu paladar de esa combinación de sabor-olor que completa la experiencia y permite disfrutar de la cerveza al 100%. ¡Así que no lo hagas!

2) La cerveza hincha más

Una cosa que ocurre en la cerveza al servirla es que parte del anhídrido carbónico (o dióxido de carbono o CO2, como lo quieras llamar) se libera. Ese gas que está dentro del líquido, integrado en la bebida (ya que lo generan las levaduras al fermentar) y que al servirla forma la espuma, le da la gracia a la cerveza tal y como la conocemos… pero también nos llena e hincha más la barriga. Una cerveza correctamente servida en su copa o vaso pierde parte de ese gas, haciéndola más agradable de beber y con menos “efectos secundarios”. ¡Sírvela entonces para poder beber más!

3) Por higiene

El cuello del botellín o el borde de la lata han estado expuestos en mayor o menor medida. Días, semanas… o incluso meses… pasando por almacenes, camiones, expositores, cámaras, neveras… ¡Y todo eso directo a tu boca! Vale que en algunos sitios enrollan una servilleta en el borde para que le des una pasada… pero nada es mejor que un vaso bien limpio (ya sabéis, de esos que no dejan burbujas en su superficie) y lavado. ¡Ni punto de comparación!

Así que ya tienes tres razones de peso para saber por qué hay que abandonar ese hábito y beber la cerveza siempre en vaso (o copa, o jarra… ¡o taza de café, incluso!) El único motivo para beberla a morro sería la total ausencia de vasos en cientos de metros a la redonda… y que es mejor una cerveza bebida a morro que no beber cerveza en absoluto. Pero al menos sabrás que haciéndolo te estás maltratando a ti y a ella

Oliba Original

Tras haberla comentado en nuestra sección de cervezas chorras, cuando la vimos por fin a la venta frente a nuestras narices no pudimos evitar el cogerla para ver qué se escondía dentro de esta botella que te anuncia una “Green Beer” al aceite de oliva (o algo así).

Oliba Original
Bueno, técnicamente es una adaptación de una Bohemian Pilsner de 5% vol. y lleva, sí, extracto de aceituna y espirulina (alga unicelular azul verdosa que es lo que le da el color verde). Y sí, al servirla en el vaso es de color verde aunque de primeras no sea lo más apetitoso.

Un verde cetrino, amarillento, profundo. El tinte se extiende levemente a la espuma, de un blanco roto por esa tonalidad, que es abundante y sorprendentemente de buena persistencia. Decimos que sorprendentemente ya que esperábamos que el uso de olivas restase mucho a la retención del giste.

Y ese ingrediente en aroma se nota un poco, pero en sabor casi nada (por no decir nada). Sorprendentemente (en este caso porque no dábamos un duro por ella) en boca pasa por una Pilsner correcta, con su presencia de malta y lúpulo y un trago fácil.

Vamos, que lo de los ingredientes y el color es (aquí sin sorpresas) puro marketing diferenciador, y que la cerveza que han debajo, al menos, es una cerveza decente. Lástima que haya que pintarrajearlas para venderlas en un mercado tan saturado de rubias u orientado a la especulación con “ingredientes locales”.

“Mi opinión en un Tweet:”La cerveza favorita de la tribu de Atreyu. Nota: Suficiente.

Sorteo: Webinars Lupulados

Hoy tenemos la suerte de poder hacer un sorteo entre todos los que nos seguís, gracias a uno de los más recientes colaboradores de nuestra Asociación EJDL (de la que ya os hemos hablado y a través de la cual organizamos el Concurso Homebrewer y conseguimos descuentos y regalos para nuestros miembros): Webinars Lupulados.

Y estos chicos, además de colaborar ahí con nosotros y los que se han apuntado, para todos los que simplemente nos leéis o nos seguís en las redes sociales nos han ofrecido uno de sus cursos online (con certificado en habilidades cerveceras) para hacer un sorteo.

Para participar es tan sencillo como ir a esta publicación nuestra en Instagram y etiquetar en un comentario a vuestro amigo más cervecero, aquel con el que compartís (como con nosotros) el amor por la cerveza. Y ya está, con eso entráis en el sorteo. Bueno, ni que decir tiene que también hay que ser mayor de edad y estar siguiendo nuestra cuenta y la del patrocinador. ¡Pero seguro que eso ya lo cumplís!

El plazo es esta semana, así que entrarán todos los que comenten hasta el día 5 de mayo. Y el que gane podrá elegir qué curso online le interesa más hacer: Técnicas de lupulado, Diseño de recetas o Desafíos de una microcervecería. ¡Gratis! Así que venga, participa aquí, en este post. ¡Y suerte en el sorteo!

Abridor Canasta de Baloncesto

Dentro de nuestra colección virtual (aunque nos encantaría que fuera física, así que si alguna vez dudáis de qué regalarnos podéis ayudarnos a coleccionar los más de ciento diez abridores ya reseñados aquí) destacan sin duda los que se pueden montar en una pared o en un mueble.

Abridor Canasta de Baloncesto
Como este abridor que os traemos hoy, que aparte de incluir la pieza metálica que sirve en sí para quitar la chapa a las botellas de cerveza, debajo tiene un aro y una red… ¡una canasta de baloncesto! Que, por supuesto, sirve para recoger las chapas que vayas abriendo.

Aunque eso sería jugar en el modo “fácil”. Lo suyo es cogerlas antes de que caigan e intentar encestarlas desde la línea de triples. O al menos desde una distancia suficientemente difícil y motivadora. ¡Paga las cervezas el que pierda la partida de BURRO!

Eso sí, no te emociones con lo de los triples y entiendas que hay que ir bebiendo Tripels, que a la segunda dudamos de que seas capaz de seguir atinando con las chapas en la canasta esta, ya que son cervezas muy alcohólicas.

Bornem Tripel

Las cervezas belgas son un pilar fundamental del mundo cervecero, aunque sus estilos no hayan calado tanto en el imaginario craft. Pero como puerta abierta al público generalista son siempre un acierto y deberían tener representación en todas las neveras al menos (si no lo logran entre los grifos, que sea eso como mínimo).

Bornem Tripel
La cerveza que os traemos hoy pertenece a uno de los estilos de abadía más reconocibles, el de la Tripel, aunque en este caso no viene elaborada en ninguna abadía, sino hecha por la fábrica Van Steenberge (los de Gulden Draak), en asociación con la Abadía Sint-Bernardus de Bornem; de ahí su nombre.

Como buena Triple, es de color rubio. Y en la copa presenta un aspecto limpio y profundo, que completa hasta el borde una abundante espuma blanca, esponjosa y de persistencia media. Lo suyo, como cerveza abadenga que es, es servirla en una copa tipo cáliz.

De ella emanarán aromas leves típicos de las cervezas belgas con segunda fermentación en botella, donde están muy presentes las notas especiadas de la levadura, pero también la malta con recuerdos incluso de pastelería. Y al beber encontraremos una cerveza seca, donde predomina la malta en boca, pero con cierto amargor de lúpulos continentales presente.

Lo que sorprendentemente apenas se nota es el alcohol. Pese a tener 9% vol., está muy integrado y bastante disimulado. Por lo que auguramos una peligrosa borrachera y su subsecuente resaca a todo aquel que se propase y no se detenga en la primera.

“Mi opinión en un Tweet:” Bornem to be wiiiiild. Nota: Bien.